Toda una polémica gira en torno al tema de implantar chip en humanos que no sea por razón de salud, y ello es por la suspicacia que despierta el tener incorporado un aparato en el cuerpo que nos enlaza permanentemente con una central, cuestión que diluye el individualismo a un punto aún no estudiado. La reticencia al aparato está en la sospecha que tienen muchos de un uso inadecuado de toda la información recabada que el mismo portador emite solamente con sus movimientos.
Como contrapartida hay quienes consideran ello un avance, puesto que con tal aparato se sienten seguros ante un posible delito de secuestro, la ubicación de su persona en caso de suceder alguna catástrofe, atentado, o accidente, y el hecho de estar -por interés personal- comunicado permanentemente con una base, como por ejemplo un soldado en zona de combate. Asimismo los partidarios de ponerse voluntariamente un chip defienden el mismo como un modo de facilitar todo trámite cotidiano... Ver más...