La bomba de tiempo está activada, de acá a poco más acelerarse el tic tac y estallar, y ello es percibido por toda la sociedad. Como respuesta, el habitante, busca el ocultamiento patrimonial y la divisa extranjera a modo de cubrirse, y ello ha sido así y lo será siempre, salvo que se cambie la estructura base que de la posibilidad para un desarrollo auténtico.
Luego del colapso de 2001, que de alguna manera anticipaba lo que en otra forma se dio a nivel mundial, Argentina se acomodó y salió rengueando y como pudo, pero los males continuaron en su malsana estructura, como la Ley de Inversiones Extranjeras, la Ley de Entidades Financieras, sistema impositivo anómalo, y un largo decir de normas legales y resoluciones que no favorecen en nada una espiral económica positiva.
Un gobierno que hace de izquierdista pero es funcional a un sistema económico deforme, diseñado para los que más tienen, ha estado dilapidando una posibilidad real de cambio por un esquema grandilocuente de populismo kitsch, y ello financiado fundamentalmente por el ingreso genuino generado por la soja, ahora se encuentra en caída previsible y solo apela a una supuesta ideología difusa y confusa como respuesta... Ver más...